Precisamente en agosto de este año, prácticamente sin aviso público, análisis o participación de las partes interesadas, los líderes de la ciudad de San José anunciaron al mundo que querían ingresar al negocio del suministro de electricidad.
La ciudad deseo de formar una empresa de servicios eléctricos debería ser motivo de preocupación para los residentes y las empresas de San José, particularmente cuando se dan cuenta de que los líderes de San José podrían estar pidiendo a todos los residentes de la ciudad que paguen la factura de esta empresa costosa y arriesgada cuando la nueva utilidad prestaría servicio solo a áreas limitadas.
Para ser claros, la ciudad ha admitido que no tiene idea de cuánto costaría formar un nuevo servicio público. Pero ha declarado que los beneficios de la nueva utilidad, si los hubiera, estarían disponibles sólo para clientes "minoristas" en "áreas selectas de la ciudad".
En otras palabras, a los residentes actuales de San José se les pedirá que paguen la factura de la construcción de una red que quizás nunca utilicen.
La promesa de la ciudad de tarifas más bajas, servicio confiable y energía más limpia puede parecer grandiosa. Pero estas promesas irrealizables comienzan a perder brillo cuando los residentes de San José se dan cuenta de que el actual comprador de energía pública de la ciudad, San Jose Clean Energy, prometió mucho pero cumplió poco; ofrecen casi las mismas tarifas que PG&E. Además, San José no tiene idea de cómo operar una red eléctrica, que los expertos consideran la máquina más grande y complicada jamás construida.
Ya es bastante malo que los líderes de San José intentaran crear una nueva empresa eléctrica detrás de la cortina. Pero esta propuesta es mucho peor cuando te das cuenta de que supone que los promotores pagarían la factura de la construcción de millones de dólares de infraestructura eléctrica y luego traspasarían esas instalaciones a la nueva empresa de servicios públicos de la ciudad. Es ridículamente ingenuo que los líderes de San José crean que simplemente se les regalará una nueva red eléctrica. Peor aún, esos compromisos podrían tener importantes implicaciones financieras para los residentes y empresas de San José cuyos impuestos financian el gobierno de la ciudad.
No es que la ciudad no tenga otras prioridades más apremiantes. Apenas el mes pasado, el Concejo Municipal de San José hizo lo correcto y votó para aprobar un acuerdo laboral, evitando por poco una huelga en toda la ciudad. Los líderes de la ciudad han dicho que quieren abordar los crecientes delitos contra la propiedad, la grave escasez de viviendas y la avalancha de personas sin hogar. En cambio, comprometerán dinero y recursos de personal para lanzar una nueva empresa eléctrica para la cual no existe una necesidad o interés público apremiante. Con cientos de millones de dólares de financiamiento de la ciudad en juego y muchas prioridades urgentes compitiendo por cada dólar de la ciudad, es imperativo que nuestros líderes electos rechacen cualquier plan a medias y exijan ver los costos reales del poder de San José antes incluso de considerar una votar.
Como trabajadores que mantienen a los residentes de San José en el poder, instamos al ayuntamiento a retrasar cualquier acción hasta que se haya completado un análisis completo sobre el impacto financiero. Creemos que los clientes de electricidad de San José merecen algo mejor.
Robert Dean es el gerente comercial del Sindicato Local 1245 de la Hermandad Internacional de Trabajadores de la Electricidad, que representa a más de 27,000 miembros, incluidos trabajadores de servicios públicos en San José.
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