Mi familia ha estado angustiada por el aeropuerto Reid-Hillview durante décadas.
Y todo se debe a que nuestra comunidad del este de San José está marginada y a nuestras preocupaciones por la seguridad. Lead y el ruido minimizado en todo momento.
La única constante: una actitud desdeñosa y de “patear la lata por el camino” hacia la preparación para El cierre de Reid-Hillview y el daño que ha causado el aeropuerto. La marginación y el silencio deben cesar sobre esta cuestión. Hago un llamado a todos para que se pongan a trabajar ahora y no se detengan hasta que llegue el último avión para aterrizar en el East Side.
Mi familia vive justo al lado el aeropuerto. Es la misma casa que compraron mis padres en la década de 1970, después de que se les marcara en rojo y no se les mostraran casas en otros vecindarios de San José porque eran mexicano-estadounidenses.
Mis hijos solían asistir a la escuela primaria Meyer, inmediatamente adyacente al aeropuerto, pero estaban demasiado asustados para ir allí después de un el avión chocó contra una valla cerca de la escuela hace un par de años. Mis hijos dijeron que tenían demasiado miedo para jugar en el campo y en el asfalto a pocos metros de la pista del aeropuerto y de donde ocurrió el accidente. No dejaban de hablar de ello y de la ansiedad de ver las consecuencias.
La Junta de Supervisores del Condado de Santa Clara se reunirá el 16 de abril y discutirá el posible uso futuro del aeropuerto.
Verónica González Licón es una madre del este de San José.
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